miércoles, 10 de noviembre de 2010

Nuevo viaje

En la capilla de Sales. Foto de Eric
El viernes, con las bicis preparadas nos juntamos a las 14:00 y salimos de la escuela 40 rumbo a los Talleres Integrar. Ya está todo preparado para compartir esta vez sí con "amigos especiales" y especiales de verdad porque tienen muchísimas cosas que a nosotros nos faltan. Bueno, no se pierdan la experiencia porque, si Dios quiere nos enriquecerá mucho y nos fortalecerá como grupo.

Les dejo otra pequeña historia:
EL CRISTIANO Y EL PELUQUERO

Un cristiano y un peluquero no creyente estaban caminando por los barrios de la ciudad.

El peluquero dijo al cristiano: "Es por esto por lo que no puedo creer en el Dios que tú me hablas, en un Dios de Amor. Si Dios fuera así como tu dices, Él no permitiría que estos vagos fueran adictos a la droga y a otros hábitos destructivos. No, no puedo creer en un Dios que permite todo esto".

El cristiano estuvo callado hasta que se encontraron con un hombre particularmente descuidado. El cabello le llegaba hasta el cuello y la barba sin rasurar.

El cristiano le dijo: "No serías un buen peluquero si permites que un hombre como este continúe viviendo aquí sin un corte de pelo y una buena rasurada".

Indignado, el peluquero contestó: "Por qué me culpas por la condición de este hombre? No puedo evitar que él esté así. Nunca ha ido a mi peluquería, yo podría arreglarlo y hacerlo verse como un caballero si él me lo pidiera."

El cristiano miró fijamente al peluquero y le dijo: "Entonces no puedes culpar a Dios por permitir que los hombres sigan viviendo en sus malos caminos. Él constantemente los está invitando a acercarse para ser salvados y recibir sus promesas a través de su palabra, pero al igual que este hombre, no se lo han pedido.

"Esta decisión es personal y sólo tienes que invitarlo a entrar a tu corazón".

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