domingo, 5 de enero de 2020

Reza

Reza y no te preocupes... Padre Pio

viernes, 10 de febrero de 2012

La paradoja: cuanto más te das, más recibes


Esta anecdota me hizo pensar en las oportunidades que desperdiciamos cada dia para dar un poquito, a pesar de que cuenta algo que ojalá algun dia podamos hacer..

"Ocurrió durante un mes de voluntariado en las vacaciones de verano. Cuando llegamos a Nairobi (Kenya) nos preguntábamos cómo nosotros, inexpertos universitarios, podríamos ayudar en aquella África sucia, polvorienta y calurosa. Quizá arreglando tejados..., pero no teníamos experiencia en construcción. Quizá pintando un colegio... pero no sabíamos de pintura. Lo que sí teníamos claro era nuestra intención de darnos totalmente a los demás. Sin embargo,  recibiríamos mucho más de lo que logramos dar: tuvimos la suerte de entrar en contacto con el Tercer Mundo, a través de un alojamiento para niños moribundos de las Hermanas de la Caridad en Nairobi.
Sigue la tremenda historia...


Un adelanto del cielo
Todos entramos en aquella casucha, un tugurio sin muebles, con poca luz. Contrastaban las hamacas llenas de niños enfermos y lloriqueando con los limpísimos trajes talares blancos y azules de las Hermanas de la Caridad, que rebosaban  alegría. Yo me quedé bloqueado, en mitad de la habitación. Nunca había visto nada así. Mis compañeros universitarios se esparcieron por las estancias, siguiendo a distintas monjas, que requerían su asistencia. Una hermana me preguntó en inglés:
- ¿Has venido a mirar o quieres ayudar?
Sorprendido por tan directa pregunta y en estado de sopor, balbucié:
- A ayudar...
- ¿Ves a ese niño de allí, el del fondo que llora?
Lloraba desconsoladamente, pero sin fuerza.
- Sí, ése (le dije señalándolo).
- Bien: tómalo con cuidado y tráelo. Lo bautizamos ayer.
Lo noté con una fiebre altísima. El niño tendría un par de años.
- Ahora tómalo y dale todo el amor que puedas...
- No entiendo... - me excusé
- Que le des todo el cariño de que seas capaz, a tu manera... -Y me dejó con el niño.
Le canté, lo besé, lo arrullé... dejó de llorar, me sonrió, se durmió...
Al cabo de un rato busqué llorando a la hermana:
-Hermana: no respira...
La monja certificó su muerte:
- Ha muerto en tus brazos... Y tú le has adelantado quince minutos con tu cariño el amor que Dios le va a dar por toda la eternidad.

Entonces entendí tantas cosas: el cielo, el amor de mis padres, el amor de Jesús, los detalles de afecto de mis amigos...: mi viaje a Kenya supuso un antes y un después en mi vida. Ahora sé que todos tenemos "kenyas" a nuestro alrededor para dar amor cada día."

martes, 31 de enero de 2012

¿Como se ama?

Una cosa es ordenarlo, como lo hizo Jesús al decirnos: "Ámense los unos a los otros", y otra cosa es saber cómo hacerlo. Y eso, que Jesús fue muy claro al impartir sus instrucciones, añadiendo "como yo los he amado".

Sin embargo, muchos son los que dicen a seguidas que del dicho al hecho hay un gran trecho, y siguen cuestionándose cómo es que se ama.

Amar es lo más sencillo del mundo, como también puede ser lo más complicado. A nosotros debía interesarnos conocer todas las formas fáciles de amar, para ponerlas en práctica de inmediato, y ya luego buscarle la vuelta a las complicadas, esas que implican dejar atrás los agravios, los rencores, y decidirse a favor de la reconciliación, del perdón, del amor al que nos ha hecho daño. Pero esas son ya otras quinientas.

A todos nos gusta que nos pongan las cosas fáciles. A mi también. Y si no, fíjense que siempre que alguien hace una listita de cosas, captamos más rápidamente lo que debemos hacer.

Eso hizo José Luis Martín Descalzo, un hombre excepcional, que como todos los excepcionales, se ha ido a destiempo a la Casa del Padre.

A ver qué les parece el menú de pequeñas maneras de amar, puesto a nuestra disposición por el Padre Martín Descalzo, sobre todo cuando se trata de desconocidos o semiconocidos:

* Aprenderse los nombres de la gente que trabaja con nosotros o de los que nos cruzamos frecuentemente, y tratarles luego por su nombre.

* Observar los gustos ajenos y tratar de complacerles.

* Pensar bien de todo el mundo, como un asunto de principio.

* Tener la manía de hacer el bien, sobre todo a los que teóricamente parecería que no se lo merecen.

* Sonreír. Sonreír a todas horas. Con ganas o sin ellas.

* Multiplicar el saludo, incluso a los semiconocidos.

* Visitar a los enfermos, sobre todo si son crónicos.

* Prestar libros aunque te pierdan alguno. Devolverlos tú.

* Hacer favores. Y concederlos antes de que terminen de pedírtelos.

* Olvidar ofensas. Y sonreír especialmente a los ofensores.

* Aguantar a los pesados. No poner cara de vinagre escuchándolos.

* Tratar con antipáticos. Conversar con los sordos sin ponerte nervioso.

* Contestar, si te es posible, todos los correos.

* Entretener a los niños chiquitines. No pensar que con ellos pierdes el tiempo.

* Animar a los viejos. No engañarles como chiquillos, pero subrayar todo lo positivo que encuentres en ellos.

* Recordar las fechas de los santos y cumpleaños de los conocidos y amigos.

* Hacer regalos muy pequeños, que demuestren el cariño, pero no crean obligación de ser compensados con otro regalo.

* Acudir puntualmente a las citas, aunque tú tengas que esperar.

* Contarle a la gente cosas buenas que alguien ha dicho de ellos.
 

* Dar buenas noticias.

* No contradecir por sistema a todos los que hablan con nosotros.
 

* Exponer nuestras razones en las discusiones, pero sin tratar de aplastar.
 

* Mandar con tono suave. No gritar nunca.

* Corregir de modo que se note que te duele el hacerlo.


La lista podría ser interminable y los ejemplos similares infinitos. Y ya sé -concluye el Padre Martín Descalzo- que son minucias, pero minucias que ensanchan el corazón de quien las hace. Y con muchos millones de pequeñas minucias como éstas, el mundo se haría más habitable.

Autor: Juan Rafael Pacheco (Johnny) en encuentra.com

martes, 22 de noviembre de 2011

El pan tostado


Esta historia no necesita ni introducción ni cierre. Lo dice todo...


Después de un largo y duro día en el trabajo, mi mamá puso un plato de salchichas y pan tostado muy quemado frente a mi papá.

Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba? Sin embargo, aunque mi padre lo notó, alcanzó un pan tostado, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela.

No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al pan tostado y comérselo todo.

Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes tostados muy quemados.

Nunca voy a olvidar lo que le dijo:

"Cariño no te preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados."

Más tarde esa noche, fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los panes tostados bien quemados.

Él me abrazó y me dijo estas reflexiones:

"Tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además ? un pan tostado un poco quemado no le hace daño a nadie"?

La vida está llena de cosas imperfectas y gente imperfecta. Aprender a aceptar los defectos y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás, es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y duradera.

Un pan tostado quemado no debe romper un corazón.

La comprensión y la tolerancia es la base de cualquier buena relación. 

Sé más amable de lo que tú creas necesario, porque todas las personas, en éste momento, están librando algún tipo de batalla. Todos tenemos problemas y todos estamos aprendiendo a vivir y lo más probable es que no nos alcance la vida para aprender lo necesario.

"El camino a la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semáforos llamados AMIGOS, luces de precaución llamadas FAMILIA, y todo se logra si tienes: Una llanta de repuesto llamada DECISIÓN, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abundante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo un experto conductor llamado DIOS!!!

Armando Ramirez Marino en www.encuentra.com

martes, 1 de noviembre de 2011

Maestro, ¡qué bien estamos aquí!

Este fin de semana tuvimos la hermosa experiencia del Campamento Diocesano de Infancia y Adolescencia Misionera. Cuando volviamos en la trafic comentando las vivencias alguien dijo "yo no me queria volver". Que lindo es sentir lo que sintieron Pedro, Santiago y Juan ese dia en la montaña cuando Jesus se transfiguro ante ellos y Pedro dijo "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".Que el pasaje (Lc 9, 28-36) se repita hoy es un signo muy importante en nuestro caminar por eso gracias a Dios por este regalo y a no guardarselo. Esa semilla tiene que dar su fruto.

jueves, 20 de octubre de 2011

Para darlo a los demas

Para darlo a los demas, me gustaria que la aprendamos para poder cantarla juntos. les dejo esta hemosa canción y el video de quien la compuso



A veces me siento alejado
la vergüenza no me deja ni hablar.
Y sólo sé que me duele verte clavado
porque me olvido
de lo mucho que me amás.

Quiero volver a serte fiel
Quiero volver a serte fiel.

Toma de mí lo que te sirva,
para darlo a los demás,
Toma de mí lo que te sirva,
no me guardo nada más,
hoy quiero ser Tu instrumento,
proclamar tu gran verdad,
la de Tu Palabra, la de Tu Cuerpo,
la de Tu amor eterno,
amar hasta el más pequeño.

Y trato de encontrarte en mis hermanos
pero se me hace imposible sin amor,
soy débil y te pido que tus manos
abran de par en par mi corazón.

Quiero volver...

Toma de mí lo que te sirva...


miércoles, 12 de octubre de 2011

El Amor

Hay varias versiones de este texto rodando por Internet, algunos de lo atribuyen a la Madre Teresa. La verdad no sé si es de esta mujer fuera de serie pero sí que esta muy bueno. Disfrutenlo.
Que seran esos pensamientos?


Duele amar a alguien y no ser correspondidos,
pero lo que es más doloroso es amar a alguien
y nunca encontrar el valor para decirle a esa
persona lo que sientes.

Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo.Una de las cosas más tristes de la vida, es cuando conoces a alguien que significa todo y sólo para darte cuenta que al final no es para ti y lo tienes que dejar ir.

Una de las cosas más tristes de la vida, es cuando conoces a alguien que significa todo y sólo para darte cuenta que al final no es para ti y lo tienes que dejar ir.

Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros.

Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.

Darle a alguien todo tu amor nunca es un seguro de que te amarán de regreso, pero no esperes que te amen de regreso; solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo.

Hay cosas que te encantaría oír, que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sordo para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón.

Nunca digas adiós, si todavía quieres tratar. Nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando.

Nunca le digas a una persona que ya no la amas, si no puedes dejarla ir.

El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado; a aquel que aún cree, aunque haya sido traicionado; a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado y a aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo.

El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos, y no tratarlos de voltear con nuestra propia imagen, porque entonces solo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos.

No vayas por el exterior, este te puede engañar.

No vayas por las riquezas, porque aún eso se pierde.

Ve por alguien que te haga sonreír, porque toma tan solo una sonrisa para hacer que un día oscuro brille. Espero que encuentres a aquella persona que te haga sonreír.

Hay momentos en los que extrañas a una persona tanto que quieres sacarlos de tus sueños y abrazarlos con todas tus fuerzas. Espero que sueñes con ese alguien especial. Sueña lo que quieras soñar. Ve a donde quieras ir. Sé lo que quieras ser. Porque tienes tan solo una vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer.

Espero que tengas:
Suficiente felicidad para hacerte dulce,
suficientes pruebas para hacerte fuerte.
Suficiente dolor para mantenerte humano,
Suficiente esperanza para ser feliz.
Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo. Sólo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino.
La felicidad espera por aquellos que lloran, aquellos que han sido lastimados, aquellos que buscan, aquellos que tratan.
Porque sólo ellos pueden apreciar la importancia de las personas que han tocado sus vidas.